La “Diphylleia Grayi” es una flor que crece de manera silvestre en zonas boscosas, húmedas y frías de China y Japón y en las montañas Apalaches en el este de Estados Unidos. Conocida popularmente como “flor esqueleto” o “flor de cristal”.
Las flores blancas que salen en primavera tienen una característica que las hace únicas y sorprendentes: cuando llueve y las flores entran en contacto con el agua, sus pétalos blancos opacos se vuelven transparentes, lo que da a estas flores la apariencia de cristal.
Además de una metamorfosis espectacular, hacia finales de verano sus tallos se llenan de bayas azules de un centímetro de diámetro, comestibles y de sabor dulce, que reemplazan a las flores ya marchitas.
Esta planta se caracteriza por sus grandes hojas en forma de sombrilla. Es perenne, muy resistente, y puede llegar a alcanzar cuarenta centímetros de altura y un metro de ancho. Es idónea para cultivar en climas fríos y templados, aguanta bien las heladas, y requiere de temperaturas que oscilen entre -7ºC de mínima y sobre los 30ºC de máxima.